Esta nueva entrada es el lazo de amistad cerrado entre Antonio Romero y Manuel Cano. Barbo/Trucha.
A principio de temporada de la trucha. Me llama Romero y me dice si puedo cuadrar tres días de pesca en ríos diferentes de la provincia de Cuenca. Cómo iba a negar a un amigo pasar unas jornadas de pesca y además en mi tierra adoptiva.
Estuvimos cuadrando días en diferentes llamadas y al final cerramos la jornada.
Tres ríos, dos amigos.
Quedamos por la mañana temprano para realizar un almuerzo suculento para empezar a pescar y no dejar hasta el anochecer. Primer día intensas ganas de pesca.
Empezamos con el primer río que además daba buena impresión, ya que el año se presentaba con ríos agradecidos de caudal.
Antonio se iniciaba en la jornada con sus primeros lances.
Estuvo fijándose si veía alguna cebada o subida de alguna trucha a la que echar la mosca.
Seguía al acecho para localizar alguna trucha.
En breve nos da la primera trucha.
Estos colores me vuelven loco para seguir pescando.
Continuamos pescando y avanzando por el tramo. El día prometía y Antonio no tardó en cambiar de mosca.
Una vez en el río Antonio se preguntaba. Donde lanzo para no enganchar. Esto es un pelín más estrecho que donde yo voy a pescar los barbos. Este manolo me ha traído engañado y de momento aquí no hay casi nada y además pequeño.
Voy a preguntarle: Manuel que pasa con las truchas. Decías que iba a tener buena jornada y de momento, truchina, enganches y cambios de mosca. No te habrás equivocado de río o tienes la mosca efectiva guardada y el tramo bueno no me lo dices.
Esto no es matemática pura Romero y lo sabes, pero creo que en breve tendrás tu recompensa deseada. Tu sigue pescando y cambiando de mosca que verás que en cuanto tengas un lance certero la trucha dará la cara.
Siguió avanzando y buscando una captura
Y lance tras lance y aburrido. Creo que seguía pensando, por que me miraba y miraba al río, pero no decía nada. Yo creo que ya estaba desesperado diciendo, «Que tres días me esperan de soledad y sin capturas».
Su constancia y el tramo especial, por fín le dio una sonrisa. Es como cuando cogí con él, mi primer barbo jajajajaja…….
Me llamaba. Manolo, Manolo por fín, captura con medida aceptable.
Me acerqué rápidamente, pensando entre mí, «cómo no llegue a tiempo a sacarle una foto ya no me lleva de barbos. Me iba diciendo a mi mismo. Vamos Manolo corre y date prisa que la trucha quiere hacer de modelo.
Por fin le pude hacer la foto y ya estaba yo contento, ya que al menos no creo que dejase de sacarme de barbos con el, jejejejeje………
Se puso mano en la caña.
Continuo con sus lances y de repente…….
Yo ahora si estaba contento por que por fin veo a Romero parado y fumando, jajajajajaja…… Romero un fumador, que cuando he estado de pesca y le veo a gusto y contento, siempre fuma en el río.
Seguimos pescando y a lo largo de los tres días tuvimos diferentes capturas
Los días sucesivos fueron dejando momentos y fotografías para el recuerdo.
Fuimos pescando en diferentes tramos y con escenarios donde la vista se podía recrear y disfrutar del entorno.
Además también estuvimos observando la alimentación que podía tener la trucha para poner la imitación de mosca más efectiva.
Eso sí. siempre pescando a seca. No es que seamos contrarios a la ninfa o perdigón pero es una alternativa a usar siempre que no quede ningún otro remedio y sea imposible sacar al menos una trucha en la jornada de pesca.
También nos dio tiempo de pasarnos a visitar un paraje del que me encanta. La venta de Juan Romero
Romero amante del montaje de odonatos. Aún alguno tuvo tiempo de dejarse ver para dar a Romero la bienvenida a Cuenca.
Las jornadas quedaron sin ningún contratiempo. Hubo capturas durante los tres días y además bastantes interesantes.
Pudimos estrechar aún más nuestro lazo de amistad.
Espero que tus expectativas se cumpliesen y que disfrutases de los río de Cuenca.
Esperando la temporada que viene. Aquí tienes tus ríos y aquí tienes un amigo.
CAPTURA & SUELTA